Blockchain es una tecnología de registro distribuido que permite la creación de un registro público y seguro de transacciones y datos. En lugar de tener una base de datos centralizada, blockchain utiliza una red descentralizada de nodos para almacenar y verificar la información. Cada bloque de datos en la cadena está enlazado criptográficamente al bloque anterior, lo que crea una cadena de bloques inmutable.
La parábola del Suricato Volador
Para que comprendas qué es blockchain de forma rápida imagina que vas caminando por la calle y, de repente, un suricato volador de proporciones pantagruélicas aterriza en una plaza llena de gente, se come los helados de todos los niños que hay en ella, suelta dos chillidos enormes y se va igual que ha venido.
Sin un segundo que perder, se coloca un detector de mentiras a las 1.000 personas que han sido testigos y se registra exactamente qué es lo que han visto. Todos cuentan la misma historia con idénticos detalles. ¿Habría alguna duda al respecto del aterrizaje del suricato volador?
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Blockchain: una tecnología que puede cambiarlo todo
Este es el principio fundamental que respalda la Cadena de bloques o Blockchain, una tecnología que tiene el poder de cambiar para siempre nuestra relación con el mundo digital.
Piensa, por ejemplo, un fichero de texto con dos columnas, donde en una columna pone un identificador (ejemplo «abc») y en la otra un número (ejemplo «34»). Es decir «abc» le corresponden «34». Ahora imagina que ese fichero pudiera estar en miles de ordenadores duplicado, con la seguridad de que nadie lo puede alterar a traición pero cuando legítimamente se debe alterar algo, en cuestión de segundos, todos se sincronizan. Aunque uno de los miles de ordenadores desapareciese de la red no pasaría nada.
Esto es lo que consigue Blockchain y aunque su magia es mucho más compleja y compuesta de más piezas como la criptografía, en esencia eso busca: un registro distribuido resistente a la sincronización y sin necesidad de confianza entre los miembros que la conforman. Algo que llevaba décadas intentándose resolver y en Bitcoin lo ha conseguido su creador, el desconocido Satoshi Nakamoto.
En palabras de Marc Andreessen, creador de Netscape y socio de uno de los fondos de Capital Riesgo más importantes de Silicon Valley:
Una cadena de bloques es esencialmente solo un registro, un libro mayor de acontecimientos digitales que está “distribuido” o es compartido entre muchas partes diferentes. Solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de participantes del sistema y, una vez introducida, la información nunca puede ser borrada. La cadena de bloques de Bitcoin contiene un registro certero y verificable de todas las transacciones que se han hecho en su historia.
Explicando la parábola del Suricato Volador
En la analogía anterior, los incrédulos individuos que se ponen de acuerdo al explicar lo que han visto, vienen a ser nodos (más adelante verás el papel que desempeñan en detalle) geográfica y computacionalmente aislados los unos de los otros.
Al “detector de mentiras”, le enseñan una “prueba de trabajo” (proof of work en inglés), es decir, un proceso criptográfico que prueba que un ordenador/chip y no otro ha resuelto un problema de forma correcta.
Falsificar una entrada en la cadena de bloques equivaldría a conseguir que más de la mitad de la gente se pusiese de acuerdo en mentir acerca de los detalles del aterrizaje del suricato de la misma manera, todos al mismo tiempo y sin tener la posibilidad de coordinar esa mentira previamente.
Es decir, un «ataque» complicado de realizar.
Lo que se plasma en el blockchain no puede desaparecer jamás. Blockchain es un registro inmutable y permanente. Se trata de una base de datos que solo permite escritura. No se puede modificar ni borrar nada de ello y siempre, bajo consenso.
¿Te das cuenta de la relevancia de esto?
Piensa por un momento en que toda interacción que se lleva a cabo online hoy en día está respaldada por una autoridad central en la que confiamos.
No importa qué es lo que hagas ya que siempre estás confiando en que alguien te está diciendo la verdad, ya sea el banco mostrándote el balance de tus cuentas, WhatsApp diciéndote que tu mensaje ha sido enviado o tu antivirus diciendo que todo está bien en tu ordenador.
De hecho, siempre existe el riesgo de que algún proveedor de información te esté mintiendo o simplemente se equivoque. Por eso la seguridad de Internet es hoy en día un caos en el que prácticamente todos los servicios pueden ser hackeados, manipulados o comprometidos. Y cada vez les confiamos información más personal.
Bitcoin es dinero digital, pero cuando pensamos en cosas digitales pensamos en ficheros que se pueden copiar y pegar, como las fotos de tus vacaciones, una canción o cualquier otro fichero que tienes en tu ordenador. Por ello existe el blockchain, el libro de contabilidad. No existen los bitcoins, no hay ficheros que representen bitcoins, solo un libro de contabilidad que consigue llevar de forma increíble la contabilidad de todo el sistema financiero.
Por primera vez en la historia se está escribiendo un libro de forma colaborativa por miles de partes. Piensa en cualquier gran libro, por ejemplo la Biblia para los cristianos o cualquier otro, escrito de manera colaborativa, por consenso, sin dictadores informativos diciendo que poner y que no. Imagina cómo de bueno sería un planeta tan transparente.
¿Qué tiene que decir la cadena de bloques o blockchain al respecto?
Suena increíble pero gracias al concepto de consenso distribuido se puede crear un registro incorruptible de eventos pasados y presentes del mundo digital. Además, haría esto sin comprometer tu privacidad.
Se puede registrar que el evento en cuestión ha tenido lugar y que lo ha hecho correctamente sin explicitar detalles concretos sobre el tipo de evento o las partes involucradas.
Esto explica por qué bitcoin ha venido utilizándose para llevar a cabo transacciones ilegales ya que, a pesar del acceso público y libre al “libro mayor”, la privacidad de sus usuarios está garantizada si así se requiere.
Malentendidos típicos sobre la blockchain
Bitcoin es una red descentralizada
No es cierto.
La cadena de bloques es una red P2P en la que todos los nodos son iguales entre sí dando como resultado un sistema distribuido resistente a ataques informáticos, fallos o falsificaciones. De esta manera, aunque un nodo fallase se podría llegar a aquellos a los que estaba conectado por vías alternativas. Esto no sería posible en un sistema descentralizado.
Blockchain y Blockchain.com es lo mismo
Es una malinterpretación que suelen cometer aquellos que se inician en bitcoin. Como hemos visto, la Blockchain o Cadena de Bloques es la poderosa tecnología que da vida a Bitcoin.
Blockchain.com es un servicio que permite observar todo lo que está pasando en la red bitcoin, como gráficos actualizados en tiempo real que informan sobre el estado de la criptomoneda, las transacciones que están teniendo lugar o información detallada sobre cada operación y bloque minado.
Potencial de la blockchain
Si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta ya del enorme potencial que alberga esta tecnología, tanta que numerosas personalidades del sector tecnológico y financiero han colocado bitcoin y la cadena de bloques a la altura de la industria del ordenador personal en 1975 y de Internet en 1993.
Una de sus aplicaciones emergentes más relevantes tiene que ver con lo que se conoce como “contratos inteligentes” o smart contracts.
Consisten en la capacidad para confiar en una red distribuida la confirmación que un contrato de cualquier tipo ha sido cumplido sin revelar ningún tipo de información confidencial sobre las partes y/o naturaleza de la transacción.
Esto serviría, por ejemplo, para liberar un pago a un freelance al que has subcontratado cuando termine su trabajo o para que tu lavadora compre por sí misma detergente una vez detecte que se ha acabado.
Las implicaciones que esto tiene con relación a la confianza y transparencia a la hora de realizar transacciones de cualquier tipo son sencillamente ingentes.
Cuatro sectores que la blockchain revoluciona
Todo esto en teoría pinta muy bien pero, ¿hay alguna empresa que se haya puesto ya “manos a la obra” para liberar el poder de la Blockchain?
Por supuesto el sector financiero, que es para lo que fue ideado, pero no es lo único. Aquí van tres ejemplos:
Almacenamiento en la nube distribuido
Los servicios de almacenamiento en la nube como Dropbox o Google Drive son centralizados y al usarlos estás confiando en que un único proveedor “responda” por los datos que almacenas en él.
Storj es una startup que está testeando en forma de beta un servicio que permite que esto se haga de forma distribuida utilizando una red basada en la Blockchain para aumentar la seguridad y hacer menos dependiente el servicio.
Sus usuarios podrán además alquilar el espacio que no utilicen a otros, al igual que hace Airbnb con alojamientos.
Patentes/Registro de Propiedad
Uno de los primeros servicios no – financieros que se le ha dado a la cadena de bloques es la inclusión de información encriptada dentro de las transacciones.
De esta manera se puede crear un hash imposible de replicar que está asociado a un documento único almacenado fuera de la blockchain.
Piensa en la implicación que esto tiene para el registro de patentes o de protección intelectual.
Una empresa como Google, por ejemplo, podría probar que ha creado una tecnología en una fecha concreta sin necesidad de hacer una aplicación formal para registrar la patente.
Podría vincular esos documentos internos al hash de una transacción realizada en ese momento y probar así que ellos han sido los primeros en desarrollarla. Servicios como Proof Of Existence permiten hacer esto.
Voto electrónico
Como puedes suponer, el coste de crear papeletas, organizar toda la infraestructura necesaria para gestionar el voto y el posterior conteo tiene un coste altísimo.
Ya se han probado sistemas de voto electrónico, pero han sido incapaces de resistir ataques de hackers y de tener fallos a la hora de hacer el recuento con total precisión.
La Blockchain puede solucionarlo ya que permitiría un sistema de voto en el que las identidades de los votantes estuviesen protegidas. Sería infalsificable (un hacker necesitaría más poder computacional que los 500 superordenadores más potentes combinados, 256 veces) a un coste prácticamente nulo y de acceso público.
Este sistema podría acabar con la sombra de “pucherazo” que sobrevuela en toda elección. Especialmente en países en los que la corrupción está a la orden del día.
Gobierno transparente
Con la tecnología blockchain, cualquier ayuntamiento o gobierno podría reflejar el estado de sus cuentas en tiempo real.
Con un red como la de Bitcoin o Ethereum, un ayuntamiento o gobierno solamente debería indicar cuál es la dirección que ellos gestionan. Desde ese momento todos podríamos ver el estado de las cuentas, qué entra y qué sale: hasta el último céntimo, en tiempo real y con un coste muy bajo.
Si en un momento dado hay un pago que se va a una dirección que no se puede justificar con una factura los auditores y la población entera lo vería al instante. Además, recordemos que blockchain es una cadena, con lo que no puede meterse algo en ella a posteriori para intentar falsear las cuentas del pasado.
Imagina esto en un ayuntamiento, institución, o el mismo gobierno (y cómo podría ayudar a combatir la corrupción a todos los niveles).
Por supuesto, esto de la mano de quienes gestionan democracias como si de dictaduras se tratase, no va a salir. Así que, pese a la capacidad tecnológica de implementarse mañana mismo, nos queda para largo.
¿Qué hacen los bancos al respecto con la blockchain?
El sector financiero ha detectado finalmente el potencial disruptor que esta tecnología tendrá en su industria. De hecho casi a diario hay nuevas inversiones en este sector. Tan solo en un mes este apartado podría quedarse desfasado en cuanto a las referencias.
De hecho, BBVA con Coinbase, Bankinter con Coinffeine y Santander son algunos ejemplos de gigantes de la banca española, que han apostado en forma de inversiones para entender mejor Bitcoin y el papel que está jugando en el presente y, sobretodo, el que jugará en el futuro.
También vemos como uno de los principales bancos de Estonia está desarrollando un wallet que usa Bitcoin para permitir envíos de dinero gratuitos e instantáneos.
Podemos pensar incluso más allá poniendo sobre la mesa historiales médicos, votaciones, registros de propiedad, actas matrimoniales o litigios gestionados por la cadena de bloques.
Eventualmente, todo conjunto de datos y transacción digital podría dejar su “huella dactilar”. Creando un rastro fácilmente auditable de todo evento digital que tenga lugar en la historia sin comprometer la privacidad de nadie.
Conclusión
Parece evidente que si la cadena de bloques como concepto sobrevive a la enorme expectación que está causando, podría introducir un nivel de democracia y objetividad en el mundo digital hasta ahora inaudito e inalcanzable en el “mundo físico”.
La promesa que nos hace lleva implícito un futuro en el que nadie tiene poder absoluto en la red y nadie puede mentir sobre acontecimientos pasados o presentes.
Además, recordando el ejemplo inicial de un documento de texto con dos columnas, donde a «abc» le corresponden «34»; has de notar que no se ha indicado en ningún momento que son esos «34». Esto es por que Blockchain en realidad es agnóstica, sirve para llevar una contabilidad de cosas. Luego, dependiendo el caso, se le asociará el «apellido» o connotación que se desee o que cada ecosistema considere oportuno. En esta línea, en el ecosistema Bitcoin la blockchain transporta bitcoins, los cuales tienen un precio basándose en a una cotización que se lo da la gente. Pero esta contabilidad podría usarse para infinidad de casos: acciones de una empresa, monedas locales, propiedad de una casa, identificadores de diamantes, identidades… El potencial solo está limitado por la imaginación. Al fin y al cabo Blockchain es un libro de contabilidad distribuido que permite transportar valor.
En la actualidad son cientos los proyectos que, inspirados en la idea de descentralizar, investigan como extrapolar este principio a otras cosas. Muchas veces usando incluso la base de código abierto y libre de Bitcoin, el primer ecosistema en unir las piezas de forma funcional sobre ese ideal.
No olvides que Bitcoin está en constante evolución y al mismo tiempo la tecnología Blockchain. Es un sector tan dinámico que cada semana aparecen nuevas soluciones, integraciones y novedades que no paran de llevar a esta tecnología a nuevos niveles.
¿Crees que será capaz de cumplir la misión de llevarnos a un mundo más transparente y justo?