Fantom (FTM) es una DLT construida sobre un DAG (Grafo acíclico dirigido) que está pensada en ofrecer potencialidades avanzadas de smart contracts compatibles con Ethereum sobre una red descentralizada muy económica y segura, para desplegar dApps DeFi sobre la misma.
El proyecto Fantom (FTM), es un proyecto de tecnología de libro distribuido (DLT) que permite crear una plataforma descentralizada para el manejo de criptomonedas y smart contracts. Para ello, en lugar de usar una blockchain, Fantom opta por usar un DAG o grafo acíclico dirigido. Esta elección le permite a Fantom contar con una mayor flexibilidad y velocidad frente a sus contrapartes blockchain.
Además, la red cuenta son su propio token nativo, el token FTM el cual sirve para que los distintos actores de la red puedan hacer funcionar nodos en la red (usando Proof of Stake) y los usuarios puedan pagar comisiones por el uso de sus recursos, además de ser un vehículo de intercambio económico entre las partes.
Origen del proyecto
La historia de Fantom comienza con la creación de la Fundación Fantom en 2018. Desde ese momento, la Fundación comenzó a construir la infraestructura de lo que sería la red Fantom. En su whitepaper «Fantom: A scalable framework for asynchronous distributed system» desarrollado el 25 de octubre de 2018, ya se vislumbraba su alcance.
Detrás de esta creación estaban los especialistas Sang-Min Choi, Jiho Park, Quan Nguyen (actual CTO de Fantom) y Andre Cronje, conocido mundialmente por la creación de Yearn Finance. En dicho whitepaper estaba claramente descrita la forma en cómo Fantom trabajaría, siendo vital la creación del protocolo de consenso Lachesis (o protocolo Lachesis) y la utilización de un grafo acíclico dirigido (DAG) para conseguir una tolerancia a fallos bizantinas asíncrona (aBFT).
Siguiendo con el camino trazado en el white paper, el proyecto comenzó a consolidar su desarrollo y para diciembre de 2019 se haría el lanzamiento de la red. En ese entonces, Fantom contaba con todo lo necesario para cumplir sus objetivos de desarrollo, incluyendo una máquina virtual compatible con la Ethereum Virtual Machine (EVM) que permitía portar los smart contracts de redes como Ethereum a Fantom sin mayores complicaciones.
Además, la red opera con una capa Proof-of-Stake (PoS) cuyo conjunto de validadores utiliza Lachesis para validar transacciones y producir nuevos bloques. En definitiva, esto se traduce en que Fantom es una red optimizada para el desarrollo de dApps en especial, de aplicaciones DeFi, donde podemos encontrarnos con apps como Curve, Sushi o Yearn Finance, y todo ello usando MetaMask como intermediario, ya que Fantom es capaz de interactuar con la misma, lo que deja muy en claro su apuesta por la Web3.
En la actualidad, Fantom destaca por ser uno de los proyectos de mayor crecimiento en el ecosistema de criptomonedas, no solo eso, sino que su potencial para dApps DeFi, le ha convertido en un importante hub en este sector. Gracias a ello, Fantom ahora (marzo de 2022), es considerado como uno de los 50 proyectos blockchain más grandes de todo el mundo, mientras sigue creciendo y tomando relevancia en este sector tan competitivo.
Tecnología detrás de Fantom
DAG, el modelo organizativo de Fantom Opera Chain
Cuando nos imaginamos el funcionamiento de una blockchain o «cadena de bloques», lo primero que viene a nuestras mentes (o solemos ver en ilustraciones), es un bloque de datos (generado por los mineros) que está unido al bloque anterior (por el hash de ese bloque anterior) y así sucesivamente con el resto de bloques. La idea es que desde el primer bloque hasta los futuros, todos estén interconectados generando esta «cadena» irrompible que conocemos como blockchain, y en la cual quedan registradas todas las operaciones que se realizan en la red.
Sin embargo, hay otra estructura conocida como DAG (Directed Acyclic Graph o Grafo Acíclico Dirigido), que también puede ser usada para este tipo de construcciones, con varias ventajas y es precisamente la que usa Fantom. Un DAG no es más que un árbol de nodos o vértices (equivalente a los bloques en blockchain) que están conectados por una o varias aristas (equivalente a la conexión criptográfica entre los bloques en blockchain) que indican una dirección bien definida. Fantom usa esta construcción para hacer a un lado la estructura de una blockchain clásica, y representar toda la información de su red en un DAG.
Así, en Fantom, cada nodo o vértice es un bloque con un conjunto de transacciones que se han realizado dentro de la red. Debido a que la red funciona de forma asincrónica, los stakers de la red pueden producir nuevos bloques de transacciones en cualquier momento. Estos bloques de transacciones pueden estar relacionados a uno o varios vértices, lo que crea una estructura de enlaces cruzados bien definidos que nos genera un DAG, y permiten a Fantom crear un registro continuo de todo lo que pasa en la red de forma rápida y segura, lo que vemos hecho realidad en el tiempo de confirmación de Fantom, que suele estar en el orden 1 segundo por transacción (y 60 segundos para su irreversibilidad). El DAG de Fantom recibe el nombre Fantom Opera Chain, y puedes explorar la misma en directo usando los exploradores de bloque de esta red.
Lachesis, un protocolo de consenso aBFT
Por supuesto, el uso de un DAG por parte de Fantom hace que sus protocolos de consenso sean en extremo distintos a los que solemos ver en otras redes. En este caso, Fantom ha creado el protocolo Lachesis, un protocolo del tipo aBFT (Tolerancia a Fallas Bizantinas asincrónicas) el cual destaca por:
- Asíncrono: Los participantes tienen la libertad de procesar los comandos en diferentes momentos.
- Sin líderes: Ningún participante desempeña un papel «especial» en la producción de bloques (sin coordinadores).
- Tolerante a fallos bizantinos asincrónicos (aBFT): Soporta hasta un tercio de nodos defectuosos o maliciosos.
- Finalidad casi instantánea: Las transacciones se confirman en promedio entre 1-2 segundos.
Fantom ha implementado Lachesis como una capa de consenso que puede extenderse a capas adicionales dentro del sistema. El ecosistema Fantom puede llegar a constar de múltiples capas de blockchain con Lachesis como núcleo. Usando esta capacidad, Fantom puso en funcionamiento la primera capa conocida como Opera, la cual ofrece compatibilidad con la EVM.
El funcionamiento de Lachesis es bastante sencillo y se puede desglosar de la siguiente forma:
- En primer lugar, se inicia el proceso de sincronización del nodo.
- Seguidamente, se ejecuta un algoritmo de selección de nodos aleatorio para comenzar con el proceso de generación del siguiente bloque.
- Una vez que culmina el proceso de selección, se inicia el proceso de comunicación entre los nodos elegidos.
- El conjunto de nodos elegido se sincroniza con la Fantom Opera Chain (DAG), ejecuta la creación del bloque y comprueba su información.
- A continuación, se difunde el bloque a todos los nodos conocidos en la línea.
- Se inicia el proceso de consenso general en la red sobre la veracidad del nuevo bloque, y una vez constatada el bloque es aceptado e integrado al DAG válido.
- Finalmente se reinicia el proceso para crear otro bloque.
Una curiosidad del protocolo Lachesis es que este permite que un número arbitrario de participantes se unen dinámicamente al sistema. Así, es posible que el DAG de Fantom pueda operar con la llegada de estos nuevos participantes. Gracias a ello, el proceso es muy eficiente en cuanto al uso de ancho de banda, poder computacional y velocidad de terminación, la intención tras esto es que Lachesis sea rápido, escalable y seguro, para mantener a Fantom trabajando a pleno rendimiento en todo momento.
Lamport, sincronizando el trabajo de la red
Un problema dentro de la blockchain es mantener un ajuste temporal correcto para todos los nodos de la red. En Bitcoin, este es un problema bastante conocido y que llevó a Satoshi Nakamoto a crear un sistema de timestamps bastante único. Sin embargo, el problema se vuelve más complejo dentro de una red asincrónica y que funciona a alta velocidad, precisamente los dos elementos presentes en Fantom.
Para solucionar esto, Fantom hace uso de Lamport, un sistema de tiempo que permite sincronizar todos sus nodos y mantenerlos funcionando en un marco temporal común para todos. Lamport permite determinar el ordenamiento temporal entre bloques en un sistema distribuido asíncrono y para ello aplica:
- Cada nodo incrementa su valor de conteo antes de crear un bloque de eventos.
- Cuando se envía un mensaje incluye su valor de conteo, el receptor debe considerar qué mensaje del remitente se recibe e incrementa su valor de conteo.
- Si el contador actual es menor o igual que el valor de conteo recibido de otro nodo, entonces el valor de conteo del receptor se actualiza.
- Por el contrario, si el contador actual es mayor que el valor de recuento recibido de otro nodo, entonces se actualiza el valor de recuento actual.
De esta manera, se puede generar un orden en la generación de los bloques y mantener un marco temporal adecuado para todos los participantes en la red y los bloques que generan.
¿Por qué esto es importante? Pues bien, en primer lugar generar los bloques con marcas de tiempos correcta ayuda a organizar la red y la información dentro de la misma, pero más importante, esto ayuda a fortalecer su seguridad y resiliencia frente a fallos bizantinos, por lo que Lamport juega un papel fundamental dentro del consenso de la red (entendiéndose como el protocolo Lachesis).
Token FTM, la moneda dentro de Fantom
El token es el token nativo de la red Fantom (aunque hay versiones ERC-20 y BEP-20 oficiales). Su papel principal es el pago de comisiones para las transacciones de la red, ofrecer incentivo económico a los validadores, permitir que estos validadores puedan hacer staking (Fantom usa Proof of Stake) y le da poder a los validadores para participar en la gobernanza on-chain de la red.
La oferta total de token FTM es de 3,175 mil millones de tokens FTM, los cuales fueron emitidos en su totalidad. Estos token se han repartido de forma progresiva desde el inicio de la red respondiendo al siguiente esquema:
- 40% de la asignación para los inversores de la venta pública y privada de Fantom.
- 15% asignados a los asesores con un tiempo de bloqueo de 3 meses.
- 10% se asignó al equipo fundador y serán liberados a lo largo de 24 meses.
- 3,6% se asignó a una reserva estratégica del protocolo.
- 31,4% se reservó para las recompensas que serán distribuidas hasta 2024.
Casos de uso de Fantom
Fantom es una red centrada en ofrecer smart contracts avanzados (compatibles con EVM) para aplicaciones DeFi. Por ejemplo, en Fantom podemos tener acceso a servicios DeFi cómo Curve o SushiSwap, que usan su red para ofrecer servicios DEX que son mucho más rápidos y económicos que sus contrapartes en Ethereum.
Otro proyecto en el que podemos usar Fantom es Multichain, un bridge multi red que nos permite enviar valor entre las cadenas compatibles de forma muy rápida y sencilla, usando como intermediario nuestro monedero MetaMask. También existen proyectos nativos, como Solidly el cual ofrece intercambios descentralizados desde Fantom hacia otras redes compatibles. Por supuesto, no todo termina en el territorio DeFi. Fantom también permite desplegar NFT, como en el caso del proyecto Artion, al cual puedes acceder desde este enlace.
Todo ello deja muy en claro la enorme usabilidad de Fantom, sobre todo cuando vemos que todo ello puede ser construido usando las mismas herramientas que Ethereum, lo que facilita enormemente la creación de nuevas dApps para esta red.
Conclusiones
Fantom, es un proyecto que atraviesa un momento de expansión en cuanto a sus capacidades. En medio de un aumento de interés por redes con transacciones rápidas y económicas, Fantom es capaz de ofrecer a sus usuarios esto y mucho más, con una tecnología única dentro del ecosistema en general.
Gracias a esto, su red, su token y su comunidad ha ido creciendo y fortaleciéndose, para convertirse en uno de los más grandes proyectos de criptomonedas que existen en la actualidad, y sus asociaciones con otros proyectos (como Covalent y The Graphs) nos indican que su relevancia seguirá creciendo a medida que la red se desarrolle y masifica.