La Web5 o Web 5.0 es un concepto nuevo en el mundo cripto. Se trata de un término que busca unir lo mejor de dos mundos: la descentralización de la Web 3.0, junto con la velocidad, bajo coste de operación y versatilidad de desarrollo de la Web 2.0.
Este nuevo concepto nació de una forma un tanto peculiar en la mente de Jack Dorsey, quien simplemente publicó un tweet con su idea y comenzó a trabajar para hacerla realidad.
Desde entonces, la empresa dedicada al mundo de criptomonedas de Jack Dorsey, Block, junto a una subsidiaria llamada TBD, ha comenzado a trabajar en esta idea con el fin de desarrollar todo lo necesario para hacer realidad esta visión: este es el comienzo de la Web5.
El objetivo detrás de la Web5
El principal objetivo de la Web5 es el de construir aplicaciones web descentralizadas donde los datos de los usuarios permanezcan en todo momento bajo su control. Esto significa que dichas aplicaciones, sus conexiones, interacciones y datos no deben depender en ningún momento de infraestructuras de terceros.
Además, la aplicación debe ser capaz de generar una identidad digital única y verificable que permita a los usuarios de aplicaciones Web5, no solo asegurar su identidad, sino también crear experiencia passwordless (sin necesidad de usar contraseñas), a la vez que se protegen todos sus datos y se mantiene un control granular sobre toda la experiencia.
Un avance con respecto a Web3
Sin embargo, ¿no existe actualmente esto en la Web3? La realidad es que la mayoría de aplicaciones Web3 que existen en la actualidad no son del todo descentralizadas. Un ejemplo muy claro de esto lo podemos ver en Uniswap, donde recientemente se ha visto cómo esta aplicación descentralizada Web3, ha comenzado a aplicar una blacklist de direcciones relacionadas con Tornado Cash.
Situaciones como esta se repiten en muchas otras aplicaciones, dando un claro mensaje: la descentralización de la Web3 no es total, existen muchos elementos intermedios que evitan alcanzar la misma, y es precisamente eso lo que la Web5 busca dejar atrás.
¿Cómo funciona la Web5?
Ahora bien, la Web5 funciona gracias a una serie de elementos que permiten a los desarrolladores crear aplicaciones descentralizadas que en la práctica son auto contenidas.
Con estas herramientas, los desarrolladores pueden crear aplicaciones Web, móviles o de escritorio, que ofrecen una descentralización real y completa, junto con experiencias de uso únicas.
Estos elementos reciben el nombre de «Componentes» y son:
- Identificadores descentralizados (DID)
- Nodos Web Descentralizados (DWN)
- Servicios de Identidad Descentralizados.
- SDK de Identidad Descentralizados.
El primero de estos componentes tiene como objetivo permitir la creación de un identificador descentralizado o DID. Los DID son los responsables de crear una estructura de identidad soberana descentralizada, que puede ser registrada y verificada de forma totalmente criptográfica. Lo interesante en todo esto es que los DID y la implementación impulsada por TBD es un estándar W3C, lo que significa que es una tecnología unida de forma atómica a nuestras tecnologías Web actuales (Web 2.0, para ser más exactos).
Gracias a esto, Web5 podrá ser desarrollado e integrado usando mucha de la tecnología que ya existe en la actualidad, ayudando a acelerar el desarrollo y la adopción de esta tecnología.
El segundo componente son los Nodos Web Descentralizados o DWN. La finalidad de este componente es servir como un almacén de datos que puede unirse a una red descentralizada para así comunicarse y sincronizar su funcionamiento. De esta forma, los DWN pueden permitir a los usuarios, asegurar, gestionar y transaccionar sus datos con otros sin depender de la infraestructura, las interfaces o los mecanismos de enrutamiento específicos de un tercero. Básicamente, podemos ver a los DWN como los equivalentes a lo que conocemos como nodos de redes blockchain.
Finalmente, tenemos a los Servicios de Identidad Descentralizadas (SSIS o Self-Sovereign Identity Service) y sus respectivos SDK de desarrollo. En este caso hablamos de un servicio de gestión de identidades que permite a los individuos y a las empresas gobernar sus propias identidades digitales. El objetivo es que cada individuo pueda gestionar todos los aspectos de su identidad digital y por tanto cada aspecto de su interacción con las aplicaciones descentralizadas con las que tiene contacto, todo ello gestionado por smart contracts.
Para construir y hacer uso de estos servicios, existe el SDK SSIS (SKD Self-Sovereign Identity Service), que no es más que un conjunto de herramientas para crear aplicaciones que faciliten el proceso de utilización de los principios de la identidad auto suficientes.
Actores en la Web5
Los actores que hacen posible toda esta arquitectura son tres:
- Monederos
- Nodos Web Descentralizados (DWN)
- Aplicaciones Web Descentralizadas (DWA)
Los primeros son los encargados de proteger y permitirnos crear y usar nuestras identidades digitales soberanas (DIDs). Al igual que pasa en los monederos de criptomonedas, el funcionamiento de estos monederos recae en el uso de criptografía asimétrica, como los algoritmos de firmas digitales ECDSA o EdDSA.
Los segundos, son los encargados de desplegar los servicios necesarios para hacer funcionar la red descentralizada que sostiene las aplicaciones descentralizadas (DWAs) que se ejecutan sobre la misma.
Finalmente, las DWAs son solamente la realización de la tecnología de la Web5, siendo estas las aplicaciones propiamente dichas que pueden ser construidas usando tecnología común como JavaScript, TypeScript, NodeJS, Django (Python) y más, aprovechando la capacidad de los DWN para exponer interfaces de interacción del tipo HTTP o RPC que facilitan enormemente la creación de las DWAs y le permiten contar con un potencial de desarrollo mucho más amplio que el que podemos ver en el mundo Web3.
Casos de uso de la tecnología
Ahora bien, mucha de la tecnología que hace posible la visión de la Web5 está disponible en la actualidad, pero la mayoría de sus partes aún están en desarrollo (como los DWNs y los servicios SSIS). En todo caso, la Web5 ya tiene muy claro los distintos casos de uso en los que esta tecnología puede tener un papel fundamental para transformar nuestra experiencia y vida digital.
El primer caso de uso de este tipo de tecnología lo podemos ver en el manejo de nuestra identidad real, digitalizando la misma y permitiéndonos usarla para interactúar con toda clase de aplicaciones sin intermediarios. Tal como hemos comentado antes, los DIDs son un estándar Web establecido por la W3C, por lo que, generar uno dentro de la Web5 no solo sirve para interactúar con aplicaciones de esta red descentralizada, sino que también puede sernos especialmente útil en la Web2 actual. Así, a medida que los DIDs se vayan convirtiendo en una utilidad mucho más común para manejar nuestra identidad, la Web2 y Web5 pueden crear espacios de interoperabilidad que beneficien a ambas.
Otro caso de uso que podemos ver en la Web5 es la generación de aplicaciones donde generamos datos personales. En el sistema actual (Web2) los datos que generamos en las aplicaciones por lo general son almacenados en servidores de terceros que pueden ser hackeados o directamente estos terceros usan nuestros datos para venderlos y monetizarlos. Sea como sea, el problema de privacidad que esto genera es enorme, y ya hemos vivido episodios bastante tristes con respecto a esta realidad (ej; el caso de Cambridge Analytica de Facebook).
Pero con la Web5 esto puede cambiar radicalmente, por que la generación de estos datos no solamente está cifrada en la red de los DWN, sino que tenemos control de la misma, pudiendo editar, borrar y eliminar por completo la información que está en los DWN y en nuestros computadores. Así, la Web5 nos devuelve el control total sobre nuestros datos, permitiéndonos decidir qué hacer con ellos en todo momento.
Si bien esta es una visión prometedora, aún queda mucho trabajo para hacerla una realidad y estamos seguros de que veremos muchos más avances sobre esta tecnología en los próximos años.