Hoy descubrimos que es una blue chip y los ejemplos más destacados en el mundo cripto. Desde la llegada de Bitcoin (BTC) al mundo, la dirección de la criptomoneda es muy clara: convertirse en dinero, un tipo de dinero que, gracias a su limitada existencia, se apreciaría considerablemente, convirtiéndose en el oro digital y con ello en una forma de valor refugio para aquellos interesados en la nueva criptomoneda.
De hecho, la que podría ser la mayor confirmación de esta realidad la podemos ver en la evolución del valor de BTC a lo largo de su historia. Pasar de valer absolutamente nada a sobrepasar los 60 mil $ USD deja claro que Bitcoin, con toda su volatilidad, ofrece a sus tenedores la posibilidad, no solo de revalorizar sus activos, sino también de mantenerlos en momentos donde la inflación afecta a todas las economías del mundo.
Por supuesto, hay muchas opiniones encontradas con respecto a este punto, pero los datos están a vista de todos y la realidad es incontrovertible: Bitcoin ES un valor refugio. Un tipo de refugio que se rige por sus propias reglas, que tiene sus particularidades y que debe ser entendido atendiendo las mismas.
Ahora bien, seguramente te preguntarás ¿Qué razones reales hay para pensar que Bitcoin es una «blue chip» y un buen refugio en los mercados? Pues bien, examinemos un poco todo esto para entender porque defender a Bitcoin como valor refugio es una posición correcta.
¿Qué es una «blue chip»?
Cuando hablamos de una «blue chip» o «ficha azul» nos referimos a un tipo de ficha de casino que representa un máximo valor, un término que se ha trasladado al mundo financiero tradicional para identificar valores o acciones que son una «apuesta segura» en momentos de crisis financieras. Básicamente, una «blue chip» se refiere a toda acción, empresa o mercado que incluso en las más duras condiciones económicas se mantiene con una determinada estabilidad e incluso con crecimiento. Son, por decirlo de una forma más sencilla, una «gema financiera».
Un buen ejemplo de una «blue chip» lo encontramos en las empresas energéticas. Dichas empresas incluso en momentos de bajo crecimiento económico, afectaciones en los mercados petroleros y del gas e incluso en duras recesiones, suelen mantener un nivel de relevancia económica importante, un valor de sus acciones bastante estable e incluso pueden experimentar un ligero crecimiento en su valor. Tomemos por ejemplo un fondo y una empresa de este sector:
Energy Select Sector SPDR Fund, es un fondo dedicado al mercado de energía que trata de proporcionar resultados de inversión que, antes de gastos, se correspondan en general con la evolución de los precios y rendimientos del Energy Select Sector Index. Dicho Índice trata de ofrecer una representación efectiva del sector energético siguiendo el S&P 500 y busca ofrecer una exposición precisa a las empresas de los sectores del petróleo, el gas y los combustibles consumibles, así como de los equipos y servicios energéticos. El fondo viene operando desde 1998, pasando por momentos tan críticos con el crack de las puntocom, la crisis del 2008, la pandemia Covid-19 y ahora los distintos eventos que impulsan la inflación global.
Pese a todo esto, el rendimiento del fondo ha sido de más del 224 % y en sus momentos más críticos nunca ha estado por debajo de su valor mínimo, recuperando su capitalización en lapsos menores a un año. Esto es un claro ejemplo de un blue chip y un buen espacio para invertir sabiendo que las necesidades energéticas del mundo crecen de forma continua y que, por tanto, el valor de las acciones de este fondo seguirá esa misma corriente.
Lo visto en el caso anterior se repite en nuestro siguiente ejemplo con la empresa Energy Recovery, listada en NASDAQ. Esta empresa está centrada en la fabricación de equipos para la recuperación de energía para las industrias del petróleo y el gas, la química y el agua en todo el mundo. Esta empresa ha estado en constante crecimiento, incluso en momentos en los que la economía global no ha estado en su mejor momento.
¿Blue chip en el mundo cripto?
Por supuesto, estos ejemplos son muy claros y pertenecen a las finanzas tradicionales, por lo que nos queda la pregunta: ¿Se repite esto en el mundo cripto? Observando la estrecha relación y comportamiento del mundo financiero tradicional y cripto es válido decir que sí y, de hecho, Bitcoin es la mayor blue chip detectable del mundo cripto. Veamos una gráfica del mercado y valorización de Bitcoin para observar más fácilmente:
La gráfica viene de CoinMarketCap, y tomando en cuenta que el valor de mercado más antiguo rastreado en la gráfica es del 5 de julio de 2013 (BTC en 65,53 $), basta con ver cómo ha evolucionado el valor de BTC desde entonces hasta nuestros días. La gráfica no miente, la revalorización continuada de BTC es tal, que nunca ha estado en rojo con respecto a su valor más antiguo rastreado por CoinMarketCap, ni hablar si hablamos de valores anteriores a ese.
Así, por ejemplo, si un inversor compró 1000 $ en BTC el 5 de julio de 2013, tendría en su poder un total de 15,26 BTC, lo que en la actualidad (agosto de 2022) tendría un valor de 350.132,46 $ USD. Esa es una revalorización de más de 35.000 % en un lapso de 9 años, un logro que se ve muy poco en el mundo de las finanzas tradicionales.
Pero hay un pequeño problema: muchos analistas de mercado creen que Bitcoin, junto al resto de criptomonedas, no son una blue chip, porque su «alta volatilidad» les impide serlo. Sin embargo, se olvidan de que las criptos no son las finanzas tradicionales: no hablamos de empresas ni de acciones, hablamos de una tecnología que busca crear una alternativa descentralizada al dinero, que tiene la capacidad de crear nuevas formas de interacción digital y nuevos mercados. Así está claro que las reglas y mediciones tradicionales no pueden aplicarse al 100% en el mundo cripto, como podemos ver en la gráfica anterior.
¿Son seguras las blue chip en un mercado bajista?
Ahora bien, que una criptomoneda sea considerada una «blue chip» no significa que no pueda ser afectada fuertemente en un mercado bajista. Los mercados bajistas pueden afectar gravemente el valor de una criptomoneda y nuevamente BTC es una muestra de tal hecho. Luego de alcanzar ese máximo 68.789,63 $ USD en noviembre de 2021, BTC se encuentra ahora (agosto de 2022) en el rango de los 22.000 $ USD, muy lejos de esos máximos.
La historia es parecida en la mayoría de las grandes criptomonedas, todas ellas afectadas por el mercado bajista general, que no solo afecta al mundo cripto, sino también a los mercados tradicionales y que, de hecho, comienza a afectar poco a poco a la mayoría de grandes monedas mundiales (el USD y el Euro).
Dicho esto, queda claro que ninguna blue chip (cripto o tradicional) es 100% segura en un mercado bajista. No se puede estar seguro de que una acción tradicional o cripto no bajará, que tu inversión no se verá afectada de cierta forma y eso, es parte integral de los riesgos que se deben afrontar en una inversión de este tipo. Al final esa idea de «bajo nivel de riesgo» es solo una forma más sutil de decir: «es probable que explote, pero trabajaremos para que no suceda». Y en la parte de «trabajaremos» es donde está la diferencia, en saber si es más o menos fiable una empresa o criptomoneda.
Veámoslo con un ejemplo. Estamos frente a un mercado bajista y estamos observando a dos empresas. Vemos que sus cotizaciones comienzan a caer ligeramente, pero vemos que la empresa A no realiza acciones para diversificar su mercado, desarrollar nuevos productos o reducir sus gastos y sanear sus cuentas. Por el contrario, la empresa B no solo se reestructura para adaptarse a los malos tiempos, sino que busca desarrollar productos en nuevos mercados con opciones útiles y sigue desarrollando sus actividades buscando no solo mantener el ritmo, sino crecer en medio de la adversidad.
Ahora pregúntate ¿Cuál tiene mejores probabilidades de mantener su valor? ¿Cuál es más segura en una situación de mercado bajista? Está claro que la empresa B se lleva el premio y la razón es clara, porque mantenerse en evolución y movimiento es importante para superar los mercados bajistas, y lo mismo pasa en las criptomonedas.
Proyectos como Bitcoin y Ethereum se han mantenido siempre innovando y desarrollándose incluso en momentos tan duros como el cripto invierno de 2018, e incluso en la actualidad. La caída de su valor como monedas no frena a sus equipos en la evolución de sus tecnologías, y eso crea un fuerte ambiente de «recuperar lo perdido y superarlo». El ciclo de caer y levantarse se ha mantenido, se mantiene y se mantendrá, siempre que los proyectos tengan ese mismo espíritu y es allí donde las «blue chip», sean tradicionales o cripto, brillan y se hacen ver como más o menos seguras en momentos tan duros como un mercado bajista.
Al final elegir la opción «100% segura» es imposible, pero una buena investigación y seguimiento de dónde realizamos las inversiones, como evoluciona el mercado y las perspectivas realistas a futuro nos ayudan a poder apartar a un lado las malas opciones e irnos a por las más seguras.
¿Cuáles son las top 3 criptomonedas?
Ahora bien, en el cripto universo existen cientos de proyectos, todos y cada uno de ellos tratando de conquistar al mundo. Sin embargo, la realidad es que la competencia es muy dura y, si bien muchos de esos proyectos son prometedores, solo unos pocos tienen el potencial de sobrevivir por un largo periodo de tiempo.
Así, podemos mencionar que entre el Top 3 de grandes criptomonedas, que podemos considerar como Blue Chips, tenemos a:
- Bitcoin, no solo por ser la criptomoneda original, sino porque pese a todo su tiempo, su comunidad y desarrollo se han mantenido cohesionados. El ecosistema cripto cada vez se expande más y más, con Lightning Network creciendo rápidamente, nuevos desarrollos pensando en agregar soporte para smart contracts y tokens potentes sobre L2 (aprovechado Lightning Network) lo que, de hacerse realidad, pondría a BTC en un punto de desarrollo muy rápido y con grandes capacidades. Hay mucho interés en esto, con un desarrollo muy cuidado y buscando siempre mantener el mayor principio de esta criptomoneda: la descentralización en todo momento.
- Ethereum, sería nuestro segundo gigante. El proyecto es en este momento la cuna del mundo DeFi y GameFi, y esos son dos sectores que seguirán creciendo rápidamente con el tiempo. Además, la llegada de ETH 2.0 (con sus pros y contras) llevará a que Ethereum siga desarrollándose y mostrándose como el futuro de las finanzas descentralizadas.
- Cardano, es nuestro último y tercer gigante. Una criptomoneda y blockchain que en un principio parecía no querer impresionar a nadie se ha convertido en toda una fuerza transformadora en el sector. La llegada de smart contracts y su constante evolución en búsqueda de la armonía entre funciones, escalabilidad y seguridad, hacen de Cardano una perfecta opción a tener en cuenta de cara al futuro.
Si bien hay otros proyectos interesantes (como Cosmos, Solana y Polkadot) hay en ellos elementos que los alejan de este Top 3. Por ejemplo, Cosmos aún es una tecnología en construcción con muchas promesas incumplidas (más que Cardano y Ethereum juntas).
Solana por su parte, sigue siendo un proyecto en estado beta y cuya estabilidad deja en entredicho si es una opción plausible para sostener un mundo descentralizado para producción. Polkadot, por otro lado, está en una situación en la que aún falta hacer madurar y abrir varias de sus ideas (las parachains aún son limitadas tanto en cantidad como en opciones).
Dicho esto, el mundo cripto está en constante cambio, esa es una de sus principales ventajas y una de las razones por la que esta tecnología siempre causa revuelo y llama la atención en todo el mundo.