Como cualquier otra divisa, permite ser cambiada por bienes y servicios igual que hacemos con las monedas tradicionales como el Euro o el Dólar.

Las diferencias con respecto al dinero fiduciario tradicional (euros, dólares…) son varias. Entre ellas podemos destacar que las criptomonedas no están controladas por ningún gobierno o institución y su valor depende directamente de la confianza que los usuarios depositan en ellas.

Otra característica principal de las criptomonedas es que están basadas en criptografía (evitando que las operaciones sean fácilmente modificables), son de código abierto (auditables para cualquiera) y su libro contable está formado por una red de miles de ordenadores que forman su blockchain (cadena de bloques en español).