Nacido en Chicago, Illinois, en 1985, Samuel «Sam» Harris Altman, es un emprendedor de Silicon Valley, inversor y filántropo estadounidense conocido por su papel fundamental en la promoción e innovación del campo de la Inteligencia Artificial (IA).
Desde muy joven, Sam Altman comenzó a mostrar grandes habilidades matemáticas y de programación. Habilidades que demostró en St. Louis, Missouri, donde asistió al prestigioso instituto privado, John Burroughs School, donde se graduó con honores y fue nombrado, valedictorian de su clase.
Siguiendo la estela de su amor por las ciencias matemáticas, en 2003, comenzó a estudiar Ciencias de la Computación a nivel universitario en la Universidad de Standford. Pero su inquietud por avanzar en el desarrollo de soluciones reales y útiles, le llevo a dejar la universidad y comenzar su camino como pionero y creador de soluciones reales.
Carrera y contribuciones pioneras
Aquí es donde comienza la carrea de Sam Altman. Una carrera caracterizada por un espíritu innovador e impulsado por el riesgo. Poco después de dejar la Universidad de Standford, Altman fundó Loopt (2005), una aplicación para teléfonos inteligentes que proporcionaba mapas en tiempo real y recomendaciones personalizadas de lugares cercanos. A pesar del éxito inicial, la empresa fue comprada por Green Dot Corporation (en 2012) por 43 millones de dólares.
En 2011, Altman comenzó a trabajar a tiempo parcial como socio en Y Combinator y al año siguiente fundó el fondo de riesgo Hydrazine Capital con su hermano Max Altman. Los fundadores de Y Combinator, Paul Graham y Jessica Livingston, pidieron a Sam Altman que sucediera a Graham como presidente, y él aceptó el puesto en 2014.
Bajo la dirección de Altman, Y Combinator consolidó su reputación como el sitio principal para que los fundadores de nuevas empresas aprendieran a construir una empresa exitosa. Y Combinator reúne a los fundadores dos veces al año para un programa de tres meses durante el cual aprenden cómo convertir sus ideas en un negocio útil. También proporciona a los fundadores 500.000 dólares en financiación a cambio de acciones en sus empresas.
Cuando Altman dejó la presidencia de YC en 2019, esta ya había ayudado a unas 1.900 empresas, entre ellas el servicio de alquiler de habitaciones Airbnb, las empresas de entrega Instacart y DoorDash, el sitio de foros Reddit, el sitio de almacenamiento Dropbox y la plataforma de streaming Twitch.
OpenAI y el futuro de la Inteligencia Artificial
Para el año 2013, Altman se hizo conocido como uno de los principales impulsores del campo de la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático con su fundación de Y Combinator (YC). De hecho, fue este acercamiento inicial el que le llevo a poco a poco formar el equipo de investigadores que le llevaría a la creación de OpenAI.
Así, en febrero de 2016, Sam Altman asumió como presidente de esta organización sin fines de lucro dedicada a fomentar y desarrollar la Inteligencia Artificial general (AGI). OpenAI ha logrado avances significativos con proyectos como GPT (actualmente con sus modelos GTP-3, GPT-3.5 Turbo, GPT-4, GPT-4 Turbo y GPT-4o), una familia de modelos de lenguaje basados en IA capaz de generar texto, imágenes y sonido (modelo de IA multimodal, especialmente desde GPT-4) que imita el estilo humano.
OpenAI también se distingue por sus esfuerzos para garantizar la seguridad y la transparencia del desarrollo de la IA a través de una serie de proyectos como «Elicitation«, que tiene como objetivo extraer información valiosa de los investigadores sobre el estado actual y las perspectivas futuras en IA.
Las luchas en OpenAI
El papel de Sam Altman en OpenAI es sin duda enorme, y ha tenido varios episodios relevantes. Primero, porque en OpenAI, Sam Altman no era la única figura de peso, sino que también estaba Elon Musk, quien sostenía económicamente la actividad de la fundación, y al mismo tiempo, era quien buscaba a los ingenieros y equipos detrás del desarrollo de la misma. Todo ello, mientras Altman controlaba y dirigía el equipo de desarrollo.
Esto llevo a que en 2018, Musk y Altman sostuvieran una serie de discusiones que quebraron aquella relación. En ese entonces, Musk le dijo a Altman que debería tomar el control de OpenAI para poder alcanzar a Google (Musk pensaba que Google los estaba adelantando en el campo de IA). Sin embargo, Altman rechazó la propuesta y Musk dejó OpenAI, lo que puso a la organización en una posición difícil porque Musk había estado financiando su trabajo.
Esto llevo a que Altman creará en 2019, OpenAI Global, LLC, una empresa con fines de lucro que serviría para sostener la actividad de OpenAI (la fundación inicial sin fines de lucro). Así, la parte con fines de lucro de OpenAI se asoció con Microsoft para utilizar su servicio de computación en la nube Azure, mientras que Microsoft integró el software OpenAI en sus productos. Con ello, Microsoft se hizo con el control del 49% de la compañía.
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Worldcoin: una nueva visión para la distribución equitativa de activos
Sam Altman está también a cargo del proyecto Worldcoin (fundada en 2019, y con token lanzado en 2023), una iniciativa que tiene como objetivo desarrollar un sistema basado en blockchain que tiene un doble propósito. En primer lugar, servir como una especie de ID Digital Soberano (DID) de alcance global, y segundo, para repartir de manera justa un ingreso mínimo vital a las personas que están registradas en Worldcoin.
Para lograr sus objetivos, Worldcoin usará tecnología de escaneo de iris e IA con el fin de identificar individuos y les proporcionará acceso a una moneda digital denominada WorldCoin, que se distribuirá equitativamente entre todos los ciudadanos del mundo en función de su participación en el proyecto. Aunque todavía está en fase beta, la tecnología y las implicaciones éticas detrás de este sistema generan gran interés dentro de la comunidad de IA y blockchain.
Sin embargo, el proyecto ha tenido una fuerte oposición y crítica. En primer lugar, por el hecho de escanear el iris de la persona (una característica única como individuos) lo que puede poner en jaque la privacidad de las personas. Y segundo, por la falta de un modelo sostenible para su sistema de ingreso mínimo vital utilizando el token Worldcoin, ya que en ningún momento Altman ha explicado el mecanismo económico que permita la sostenibilidad del mismo.
Un pionero de primer nivel
En conclusión, Sam Altman es una figura pionera que está dejando huellas indelebles tanto en el mundo de la IA como en otros ámbitos relevantes. Sus contribuciones y visión siguen transformando industrias enteras y generando debates sobre las implicaciones éticas del futuro tecnológico. Con una trayectoria tan prometedora, es sin duda que seguiremos viendo a Sam Altman en el centro de nuevos avances e innovaciones revolucionarias para la sociedad.