En las criptomonedas se dan distintos tipos de redes de ordenadores. Cada uno cuenta con sus ventajas y desventajas, que las hacen más o menos idóneas para distintas tareas.
Las redes de ordenadores pueden ordenarse de distintas formas, pero tres de ellas son las más comunes. Estas son: la red centralizada, descentralizada y la distribuida. Cada una de estas configuraciones tiene sus ventajas y desventajas, diferencias y cosas en común.
Redes centralizadas
Una red de ordenadores centralizada es aquella en la que cada ordenador que la conforma es periférico y está conectado a una unidad central. Sobre esta unidad central recae todo el control y gestión de la red. Es decir, toda la responsabilidad y poder de decisión recae sobre un solo elemento, en este caso una máquina o una entidad.
Esta configuración de red es la más utilizada debido a su simplicidad y escalabilidad. Las redes centrales son capaces de manejar grandes cantidades de información rápidamente lo que las hace perfectas para servicios de alta demanda. Sin embargo, las redes centralizadas tienen un fallo bastante obvio y peligroso; si se realiza con éxito un ataque malicioso a la unidad central, este afectaría a toda la red, ya que el funcionamiento de la red depende de la unidad central y su caída imposibilita la comunicación con el resto de ordenadores.
Un ejemplo de este tipo de red son los servidores de datos de las empresas. Estos servicios están completamente centralizados, es la razón por la cual un fallo es capaz de afectar a todos dentro de la empresa. Por supuesto, para evitar esto se tienen copias de seguridad y servidores paralelos, pero como tal la red sigue completamente centralizada.
Ripple es un claro ejemplo de una red blockchain del tipo centralizada. Si bien cuenta con varios nodos repartidos en todo el mundo, las decisiones para su control están centralizadas en la empresa Ripple. Otro ejemplo es la plataforma Hyperledger, un proyecto software libre cuya finalidad es crear redes blockchain para uso empresarial y con un control centralizado ajustado a las necesidades de dichas empresas.
Redes descentralizadas
Este tipo de redes de ordenadores se diferencia de las centralizadas en que no tienen una sola unidad central. En su lugar, existe una serie de ordenadores que funcionan en conjunto para controlar y manejar la red. De esta forma se agrega un cierto nivel de tolerancia a fallos gracias a que este conjunto de ordenadores asumen determinadas tareas de la red.
Sin embargo, en este tipo de redes aún existe riego de un fallo catastrófico total. Esto es posible porque las redes descentralizadas aún pueden fallar si queda fuera de servicio el coordinador de la red. Con la caída de un ordenador coordinador, el resto de los ordenadores de esa subred quedan sin servicio y desconectados de la red principal. Si por ejemplo, el ordenador coordinador de red principal cae, el resto de las subredes quedan desperdigadas. En cualquiera de los casos, la pérdida de un coordinador llevaría a un desconexión de menor o mayor magnitud.
Una concepción errónea sobre este tipo de redes es que la actuación de los coordinadores es completamente autónoma. La verdad es que estos actúan como una unidad central dentro de una red más grande. Un vestigio de las redes centralizadas que aún sobrevive dentro de este modelo.
Un buen ejemplo de este tipo de redes son Facebook, Twitter, Google. Todos estos servicios cuentan con subredes dentro de una gran red y en su conjunto son capaces de manejar todos los servicios que prestan. En el mundo de las criptomonedas, un caso de ejemplo de red descentralizada es Dash o EOS, cuyo funcionamiento depende de este tipo de organización de red.
Redes distribuidas
Es un tipo de red cuya característica principal es la ausencia de un centro individual o colectivo. Los ordenadores en estas redes se unen uno a otro de tal forma que ninguno de ellos tiene poder de filtro sobre la información que se transmite en la red. Debido a esto, desaparece la idea de centro y periferia, características básicas en las redes centralizada y descentralizada. Pero gracias a esta estructura, si algún ordenador falla este no desconectaría al resto. Esto convierte a una red distribuida en una red práctica, robusta y eficiente.
El ejemplo más claro de este tipo de redes es Internet. Desde su nacimiento, Internet fue pensado en ser una red completamente distribuida. En principio, fue una red muy centralizada debido a los pocos ordenadores que estaban conectados en ese momento. Pero a medida que aumentaron los ordenadores interconectados, Internet pasó a convertirse en una red distribuida.
Otro buen ejemplo de redes distribuida son las redes de compartición de archivos P2P como Bittorrent. Pero en el mundo blockchain el más claro ejemplo de redes distribuidas lo tiene Bitcoin. Su red se encuentra repartida entre una serie de nodos interconectados que se encargan en su conjunto de mantener el funcionamiento de la misma. No hay núcleo de control ni siquiera una estructura central de toma de decisiones, todo en la red es manejado de forma distribuida, abierta y comunitaria.