GRIN es una de las más recientes criptomonedas que han surgido en el criptomundo y que ha llamado la atención debido a su interesante esquema de trabajo, su alta escalabilidad y enfoque a la privacidad.
El nombre de GRIN, hace mención a una criptomoneda digital desarrollada recientemente en enero de 2019. Su proyecto está centrado en el anonimato, la escalabilidad y la seguridad a través de la implementación del protocolo MimbleWimble. Esta criptomoneda permite realizar operaciones totalmente anónimas. Donde no se visualizan las direcciones del remitente o destinatario ni los montos de las transacciones realizadas.
El nacimiento de GRIN
Con una historia muy similar a la de Bitcoin, la criptomoneda GRIN fue creada el 15 de enero de 2019 (en el décimo aniversario de Bitcoin) por un desarrollador anónimo bajo el pseudónimo de Ignotus Peverell. Su funcionamiento es muy distinto en varias formas a las blockchain tradicionales que conocemos hasta ahora. Ya que está basada en el protocolo conocido como MimbleWimble.
La esencia de este protocolo es la de construir una blockchain totalmente anónima, mucho más escalable, privada y ligera. Sin la necesidad de llevar un registro detallado e individual de cada una de las operaciones realizadas. De hecho, todas las transacciones son realizadas mediante la interacción directa de las wallets. Por lo que se hacen de forma anónima antes de que sean registradas en la blockchain.
Así, GRIN trata de un proyecto y una criptomoneda de código abierto, que permite realizar transacciones electrónicas sin restricciones. Que desde febrero 2019 ha causado una respuesta positiva entre su comunidad. Desde un punto de vista especulativo / inversión, como ya ha ocurrido en otras criptomonedas, los poseedores de esta criptomoneda esperan que se revalorice a medida que sea adoptada por más personas, exchanges y servicios.
En la actualidad (noviembre 2019), existe un suministro circulante de 25.837.560 de monedas GRIN a un valor entre los 1,16 y 1,20 $ USD por unidad. Por lo que la moneda cuenta con una capitalización de mercado de apenas 30.028.322 $ USD posicionándose en el nivel 124 en el mercado.
Estamos hablando de una criptomoneda relativamente joven, con apenas unos meses desde su lanzamiento. Por lo que ver el desarrollo pleno de sus objetivos y metas trazadas en cuanto a la privacidad, escalabilidad y descentralización tomará algún tiempo. Pero seguramente convertirán a GRIN en una de las monedas transaccionales más empleadas a nivel mundial.
¿Quién la creó?
La criptomoneda GRIN no fue desarrollada por ninguna empresa o compañía en particular. Sino que como ya mencionamos, fue creada de forma anónima por un criptógrafo que se oculta bajo el pseudónimo de Ignotus Peverell. Además de la colaboración directa de 6 desarrolladores más, que también se mantienen en el anonimato y no cuentan con perfiles públicos. GRIN también dispone de una cantidad considerable de 79 contribuyentes que están distribuidos por todo el mundo.
Debido a esto, GRIN no cuenta con un CEO oficial o un equipo de trabajo formal. Por su parte, cuenta con una cantidad considerable de empresas y profesionales que apoyan su desarrollo. Aunque ninguna de ellas tiene el control o la dirección del proyecto.
Objetivos de su creación
El lanzamiento y desarrollo de esta criptomoneda está basado en la privacidad. Por lo que se sitúa junto a otras criptomonedas como Monero y Zcash. En su página oficial, los desarrolladores de GRIN especifican que el objetivo es el de crear una criptomoneda que puede ser utilizable en todo el mundo. De forma fácil, sencilla, rápida, segura, accesible para todos y sin fronteras.
Así GRIN es un proyecto que cuenta con múltiples objetivos a alcanzar, como:
Privacidad
Uno de sus fundamentos, es que la privacidad debe ser un derecho no un privilegio. Por ello, en aras de ofrecer un mejor servicio de privacidad, GRIN se deshace de la necesidad de llevar un registro de las direcciones y montos en las operaciones realizadas. Así, las transacciones se realizan basadas en la interacción entre dos o más wallets que intercambian datos entre sí. En lugar de las transacciones tradicionales, donde se comparte una dirección pública para efectuar una operación.
Este método, permite eliminar la necesidad de registrar individualmente cada transacción, por lo que unifica todas las operaciones realizadas en un solo bloque. Así, se reflejan como una gran transacción donde no se identifican registros de entradas o salidas particulares. Y se dificulta en gran medida la posibilidad de que alguna persona pueda identificar y rastrear una transacción específica.
Escalabilidad
Uno de los problemas a los que se han enfrentado muchas criptomonedas es la escalabilidad. En el caso de GRIN, la implementación de la criptografía a través del protocolo MimbleWimble, permite que toda la blockchain se pueda almacenar, descargar y verificar con pocos GB.
Este proceso permite eliminar muchos datos de las transacciones pasadas, por lo que la necesidad de disponer de una gran memoria y almacenamiento se reduce. En su página oficial, los desarrolladores especifican que esto se crea con la finalidad de que GRIN no colapse en un futuro bajo su propio peso. La blockchain de GRIN escala en paralelo con la cantidad de usuarios y no en base al número de transacciones realizadas.
Accesibilidad, apertura y descentralización
Con la creación e implementación de GRIN, los desarrolladores buscan llevar estos conceptos a un nivel superior. GRIN está basada en la filosofía de código abierto, donde nada ni nadie en particular tiene el poder o dirección del proyecto. De la misma forma, la minería y la distribución de monedas están organizadas bajo el principio de equidad y descentralización. Por lo que el desarrollo de la misma está en manos de la comunidad.
Por todos estos objetivos trazados, podemos decir que GRIN apunta a convertirse en el verdadero dinero digital con todo el sentido de la palabra. Ya que garantiza la protección de los datos tanto del del remitente como del destinatario. Además de que no revela los montos de las transacciones; añadiendo a estas características la descentralización, globalidad y accesibilidad para todos.
Protocolos de consenso utilizados
El algoritmo de consenso empleado por GRIN se conoce como Cuckoo Cycle, un tipo del algoritmo de Prueba de Trabajo (PoW) que ayuda a mantener la seguridad y la validación de las operaciones. Pero que a su vez se diseñó específicamente para ser resistente a la minería por ASIC. Por lo que ofrece una mayor resistencia a la minería de estos equipos y favorece la minería con equipos CPU y GPU más accesible para todos.
Este algoritmo fue desarrollado por el informático holandés John Tromp y es uno de los más prometedores en cuanto a la resistencia a ASIC. Se enfoca principalmente en el uso de la memoria por lo que el tiempo de solución está relacionado con el ancho de banda de la memoria. En lugar de estar relacionado con el procesador o la velocidad del equipo. Otra de las características de este algoritmo es el bajo consumo energético en comparación con otros protocolos PoW. el Cuckoo Cycle al estar vinculado con la memoria requiere menos energía.
No obstante, no debemos olvidar que GRIN opera con dos variaciones del algoritmo Cuckoo Cycle.
- Cuckaroo29. Este algoritmo es resistente a la minería con ASIC y permite la minería con equipos CPU y GPU actualmente. Por lo que ofrece mayores incentivos y atrae a usuarios e inversores minoristas.
- Cuckatoo31+. Este algoritmo si es compatible con hardware de arquitectura ASIC. Sin embargo, esta minería será de forma gradual en los próximos 2 años cuando la red esté preparada para la minería industrial. Mientras tanto, se da lugar a la minería con Cuckarro29.
Características técnicas de GRIN
Este proyecto cuenta con características únicas que la posicionan en un lugar sólido en el ecosistema criptográfico y que le permiten a la criptomoneda cumplir con los objetivos de su creación. Veamos cuáles son:
- Alta privacidad: Gracias al del protocolo MimbleWimble la criptomoneda puede proporcionar y garantizar privacidad a sus usuarios. Las transacciones pueden ser validadas y verificadas, pero los detalles de la información de los usuarios (remitente, destinatario, montos) son ocultados. Por lo que es difícil para un persona rastrear transacciones específicas.
- Escalabilidad. En lugar de escalar en función del número de transacciones realizadas, GRIN escala en base al número de usuarios de forma paralela. Por lo que se ahorra espacio en su blockchain.
- Lanzamiento orgánico. El lanzamiento de GRIN se realizó sin minería previa, ni ICO. Tampoco se le asigna parte de las recompensas mineras a los desarrolladores u otra organización. Todo el proyecto funciona gracias a las donaciones de la comunidad y a un equipo comprometido con éste.
- Descentralización. GRIN no está controlada por ninguna organización o individuo en particular. Y la distribución de sus monedas se realiza bajo el concepto de equidad para que sea lo más justa posible. A razón de 1 moneda por segundo.
- Transaccional. La naturaleza del diseño de GRIN es enteramente transaccional, es decir, que su blockchain no puede ser empleada para el desarrollo de contratos inteligentes o aplicaciones descentralizadas como sí ocurre con Ethereum. A su vez, esta criptomoneda no puede ser empleada como resguardo de valor como Bitcoin. Ya que sus desarrolladores decidieron desalentar la especulación y el acaparamiento con la creación de una oferta infinita de monedas y con tendencia inflacionaria.
Otras particularidades que podemos mencionar sobre GRIN son:
- La generación de un bloque toma un tiempo estimado de 1 minuto aproximadamente.
- Las comisiones de transacción no se basan en el monto de la operación, si no en el número de productos creados y en el tamaño total de la transacción.
- Así como la criptomoneda tiene una emisión infinita, tampoco tendrá un halving. Por lo que la recompensa que reciben los mineros se mantendrá estable en 60 GRIN.
- En el diseño de GRIN la curva de oferta es inflacionaria. Al tener una emisión infinita y constante, la oferta siempre estará creciendo y la inflación será constante.