Un utility token, o token de utilidad, es un tipo especial de token que sirve de ayuda en la capitalización o financiación de proyectos para startups, empresas o grupos de desarrollo de proyectos.
El tipo de token llamado utility token se utiliza como resguardo de participación en las ventas masivas para reunir capital en un proyecto. Estos utility tokens nos permiten tener un acceso futuro al producto o servicio de una empresa. Es una forma de acceso a un determinado valor, aunque este no está del todo garantizado. Dichos utility tokens no cuentan como inversiones, ya que muchos países no cuentan con un marco regulatorio para los mismos.
Los utility tokens resultan de ayuda cuando una empresa desea crear un cupón que puede canjearse en el futuro por un acceso a sus servicios. Esto muchas veces es utilizado como una estrategia para obtener financiamiento para un proyecto. Debido a ello, los utility tokens suelen estar rodeados de mucha exageración y especulación. Algo que convierte en bastante arriesgado el realizar este tipo de adquisiciones.
En el mundo de las criptomonedas y la blockchain, solemos ver el nombre de los utility tokens asociado a los proyectos en desarrollo y las llamadas ICO. Las ICO (Initial Coin Offering – Oferta Inicial de Monedas), son un medio por el cual un proyecto de criptomonedas puede obtener los fondos necesarios para su desarrollo. Precisamente, las ICO ofrecen criptomonedas o tokens de su nuevo proyecto a cambios de otras criptomonedas o monedas fiat que servirán para el desarrollo final del mismo. Este es un claro ejemplo del uso de criptomonedas o tokens como un utility token.
El utility token y su uso en las ICO
Como hemos mencionado, los proyectos de criptomonedas utilizan las ICO para ofrecer a los interesados en el proyecto utility tokens. Pero seguramente se preguntará: ¿cómo funciona este proceso?
Pues bien el proceso comienza cuando el desarrollador del proyecto decide hacer el llamado a una ICO. En dicha convocatoria, el desarrollador anuncia la emisión de una determinada cantidad de tokens. Estos tokens son los utility tokens y tendrán un valor determinado por la empresa. Esto con el objetivo de alcanzar una cantidad concreta, estimada necesaria para el desarrollo de su proyecto. Generalmente el precio de los tokens es estático, pero también puede darse el caso en el que el valor puede fluctuar dependiendo de la demanda. Además las ICO, suelen realizarse en plataformas ya definidas como Ethereum. Esto debido a que facilita enormemente la tarea de crear un token y llevar a cabo una ICO con éxito en la parte técnica.
La compra de estos utility tokens se hace en distintas criptomonedas e incluso con monedas fiat. El interesado en el proyecto paga una determinada cantidad de dinero por los tokens que desea y los mismos le son asignados. La asignación de los tokens comprados se dirige a una dirección bajo el control del comprador. De esa forma, el comprador obtiene estos utility tokens que en un futuro le pueden servir para acceder a los servicios del proyecto a ser desarrollado.
Normalmente, la compra de utility tokens de un proyecto culminado exitosamente, termina generando ganancias al comprador. Ello debido a que el precio de compra de estos utility tokens en principio es muy inferior al precio final que los tokens adquieren. Algo especialmente cierto si el proyecto termina alcanzando sus objetivos o incluso superándolos. De allí la gran popularidad de las ICO y de los utility tokens en todo este proceso.
Algunos ejemplos de utility tokens
Entre los ejemplos de utility tokens que existen en la actualidad podemos mencionar los siguientes:
- Basic Attention Token (BAT). Este token ERC-20 es un utility token que permite acceder a varios servicios de BAT. En primer lugar, BAT se usa para como un medio de pago para creadores de contenido y publishers. La empresa detrás de BAT lanzó este token con el fin de crear una plataforma blockchain que ayude a los autores de contenidos de todo tipo, a encontrar ingresos de una manera más equitativa. Mientras tanto, los usuarios pueden verse retribuidos con una reducción de publicidad invasiva en las páginas que hospedan estos contenidos.
- Golem (GNT) es otro ejemplo de un utility token. La idea de este token es crear un sistema económico que permita a los individuos alquilar el poder de cómputo del que dispusiera. De esa forma, los interesados pudieran utilizar dicho poder de cómputo para diversas tareas y todo gracias a una red descentralizada.
Problemas y desafíos de los utility tokens
Si bien un utility token puede ser una buena herramienta para obtener financiamiento para proyectos que están en desarrollo, su uso viene acompañado de cierto riesgo. Fue justamente el uso desmedido de este mecanismo, lo que los arrastró a la cúspide durante el boom de las ICO en 2017. Y al mismo tiempo, lo que los hundió bajo una elevada desconfianza y constante auditoría de los proyectos en 2018.
La razón detrás de ello, es que muchos proyectos de criptomonedas prometían objetivos inalcanzables , por no mencionar que los utility tokens no estaban regulados. Esta situación llevo a que muchos interesados y propietarios de utility tokens, perdieran sus «inversiones«. Algo especialmente crudo y cierto cuando el proyecto en cuestión no tiene utilidad real o no llegan a recaudar la suma necesaria para su desarrollo.
De esa forma podemos identificar que algunos de los problemas de los utility tokens son:
- No hay mecanismo natural para aumentar el valor de los tokens.
- En caso de que el proyecto falle, estos tokens carecen de cualquier valor.
- No promueven la adopción de las criptomonedas.
- No permiten empoderar a la comunidad y darles poder de decisión. En este caso los fundadores y el equipo central toman las decisiones sin la opinión de los poseedores de los tokens.
- Tienen problema de liquidez. Esto se se debe a que un proyecto por medio de los utility tokens puede o no alcanzar el capital necesario para su desarrollo.