APY y APR son dos de los conceptos que más solemos ver en el mundo cripto, especialmente en DeFi y en herramientas para hacer staking y Bit2Me Earn. El APR viene del inglés Annual Percentage Rate, o tasa anual equivalente (TAE, como se le conoce en español),mientras que el APY procede del inglés Annual Percentage Yield). Ambos conceptos se refieren al interés anual generado por una suma de dinero que se cobra a los prestatarios o se paga a los inversores, aunque como verás cada concepto lo hace de una forma ligeramente distinta.
Se suele expresar como un porcentaje que representa el coste anual real de los fondos a lo largo del plazo de un préstamo o de los ingresos obtenidos en una inversión. Dicho concepto incluye todas las comisiones o costes adicionales asociados a la transacción, pero no tiene en cuenta la capitalización. Así, el APR suele proporcionar información sobre la cifra final que pueden usar para comparar entre prestamistas, tarjetas de crédito o productos de inversión.
¿Cómo funciona el APR?
Como ya hemos dicho, el APR es una tasa anual equivalente que se expresa como un tipo de interés. La misma sirve para calcular el porcentaje del capital que se pagará cada año teniendo en cuenta aspectos como los pagos mensuales. El APR es también el tipo de interés anual que se paga por las inversiones sin tener en cuenta la capitalización de los intereses dentro de ese año.
¿Cómo se calcula el APR?
El APR se calcula multiplicando el tipo de interés periódico por el número de períodos del año en que se ha aplicado. No indica cuántas veces se aplica realmente el tipo al saldo.
APR = ((((Comisiones+Interés) / Principal) / n) × 365 ) × 100
dónde:
Interés = Interés total pagado a lo largo de la vida del préstamo
Principal= Importe del préstamo
n = Número de días de plazo del préstamo
Los instrumentos financieros pueden tener formas distintas para calcular este tipo de interés. Por ejemplo, en una tarjeta de crédito, estos valores varían en función del tipo de cargo, el historial crediticio de la persona y en algunos casos por el nivel o tipo de tarjeta de crédito. Adicionalmente a esto, también se pueden tomar en cuenta otros factores como los anticipos en efectivo, los retrasos en los pagos u otras funciones de dichas tarjetas, que pueden afectar al APR.
Por su parte, los préstamos bancarios suelen tener un APR fijo o variable. Un préstamo con APR fijo tiene un tipo de interés que está garantizado que no cambiará durante la vida del préstamo o crédito. Un préstamo con APR variable, por su parte, tiene un tipo de interés que puede cambiar en cualquier momento, dependiendo de las condiciones del mercado, las regulaciones o cualquier elemento que la entidad bancaria considere pertinente tomar en cuenta.
En todo caso, el APR no tiene en cuenta la capitalización de los intereses en un año determinado: se basa únicamente en el interés simple que se aplica a los fondos.
¿Qué es el APY?
El APY o Annual Percentage Yield, por su parte, se refiere al interés de rendimiento real que se ganará en un año si el interés es compuesto. El interés compuesto se añade periódicamente al total invertido, aumentando el saldo, con lo que el próximo cálculo de interés tomará en cuenta el saldo nuevo aplicándose el interés dado. Eso significa que cada pago de interés será mayor, basado en el saldo más alto. Cuanto más a menudo se componga el interés, mejor será el rendimiento.
¿Cómo se calcula el APY?
Calcular el APY es bastante sencillo y podemos hacerlo usando la siguiente fórmula:
APY = ((1 + r/n) ^ n) – 1
Donde:
r = es el interés anual
n = el número de períodos compuestos por año
Así por ejemplo tenemos que:
Si invertimos 5000 €, con un interés de 12% anual, con un compuesto mensual, obtendremos un APY de 12,68 %
APY = ((1 + 12%/12) ^ 12) – 1
APY = 12,68%
Lo que significa que nuestros 5000 € se transformarán en 5000 € * 12,68 % = 5634,13 €. Ese sería el interés compuesto anual que obtendremos por un APY de 12,68 %.
¿Qué diferencia hay entre APR y APY?
Aunque el APR sólo tiene en cuenta el interés simple, el porcentaje de rendimiento anual (APY) tiene en cuenta el interés compuesto. Por ello, el APY de un préstamo es mayor que su APR. Cuanto más alto sea el tipo de interés -y en menor medida, cuanto más pequeños sean los períodos de capitalización- mayor será la diferencia entre la APR y el APY.
Imagínese que el APR de un préstamo es del 12% y que el préstamo se compone una vez al mes. Si un individuo pide prestados 5.000 €, su interés durante un mes es el 1% del saldo, es decir, 50 €. Eso hace que el saldo aumente a 5.050 €. Al mes siguiente, se aplica un interés del 1% sobre esa cantidad, y el pago de intereses es de 50,5 €, ligeramente superior al del mes anterior.
Si mantiene ese saldo durante el año, su tipo de interés efectivo pasa a ser del 12,68%. En su lugar, el APY incluye estos pequeños cambios en los gastos por intereses debido a la capitalización, mientras que el APR no lo hace, siendo esta la diferencia principal entre ambos conceptos.
¿Qué significan APR y APY en el mundo cripto?
En el mundo cripto, el APR es un elemento ampliamente utilizado en el mundo DeFi o en instrumentos centralizados de inversión y préstamos con criptomonedas. Si bien, la mayoría de los grandes proveedores de DeFi y de finanzas cripto usan el APY, también se puede usar el APR en muchos de ellos, especialmente cuando se pide un préstamo, dejando el APY cuando se invierte en una plataforma y se esperan recompensas. Aunque esto depende de la decisión de los equipos de desarrollo de las aplicaciones DeFi, ya que este aspecto puede variar.
Por ejemplo, en Bit2Me Earn, hacer staking es recompensado tomando en cuenta el APY, lo que maximiza las potenciales ganancias que puedes obtener por cada criptomoneda que puedas stakear en esta plataforma.
Pero en AAVE, por ejemplo, se gana en APR, con lo se disminuyen las posibilidades de ganancia que se pueden obtener en esta plataforma colocando nuestras criptomonedas en la misma.
Tal como se puede ver, cada plataforma tiene su propia fórmula, queda de tu parte investigar cual es la que mejores recompensas puede ofrecerte (DYOR), sin poner en riesgo tus fondos.